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jueves, 31 de octubre de 2013

Un jarrón que debemos cuidar. La despedida.

        Hola a todos/as. ¿Habéis oído alguna vez la metáfora del jarrón roto? Para aquellos que no sepáis de lo que hablo os pondré en situación:
    “Imaginaos que tenéis un jarrón precioso en vuestro salón. Este jarrón está hecho a mano, y tiene un gran valor sentimental para vosotros. Sabéis que su valor es incalculable, y es por eso que cada vez os gusta más.
    Pero de pronto has cogido el jarrón, y se ha resbalado de tus manos. Has visto a cámara lenta como tu jarrón más preciado caía al suelo y se rompía en mil pedazos. Estás triste, derrotado y no sabes qué hacer ante esta situación. 
    Por otro lado no pierdes la esperanza. Miras al frente y te dispones a reconstruir tu viejo jarrón, pieza a pieza. Y empiezas a juntar todas las piezas una a una, da igual lo pequeña e insignificante que sea ya que incluso las más pequeñas, servían de apoyo para otras quizá más grandes pero, no por ello, más importantes. 
    Y al cabo de unos días has terminado de reconstruir tu jarrón. Pero hay un problema… Tu jarrón no es el mismo, y nunca volverá a serlo. A simple vista tiene grietas, muchas grietas, aunque ahora lo que menos te importa es su aspecto ya que ahora no es capaz de cumplir su función. Cada vez que le echas agua para poner unas flores, el agua se filtra por las juntas y… 
    Es por eso que te gustaría retroceder en el tiempo hasta el momento justo en que dejaste caer el jarrón de tus manos. Si pudieras, lo sujetarías firmemente pero sin apretar, lo admirarías por su belleza y agradecerías en cada momento, lo útil que te resulta. Nunca le dijiste todas estas cosas porque nunca pensaste que se te pudiera caer y romper en mil pedazos. Tampoco pensaste que, aunque pegara todos los trozos, ya no sería el mismo jamás” 

        Y es que en la educación, pasa lo mismo. Cada uno de nuestros alumnos son jarrones que tenemos que cuidar, y de los cuales tenemos que estar pendientes. ¿Qué ocurre si un jarrón cae al suelo? ¿Qué ocurre si un niño “fracasa” en el sistema? Hemos de trabajar para que nuestros jarrones sigan en pie y quitarles el polvo cuando haga falta. Pero nunca dejarlos caer.

    Hablo de responsabilidad, aunque está claro que somos humanos y cometemos errores. Pero en educación, hay errores que se pagan caros. ¿Os imagináis un médico que dude a la hora de operar? ¿Qué consecuencias tendría?

    En conclusión creo que hemos elegido una profesión muy importante, y debemos de actuar en consecuencia. Porque somos responsables del futuro de nuestros alumnos. Confiemos en nosotros, y hagamos un buen trabajo. Y es que muchas veces la sonrisa de un niño o un abrazo sin motivo es lo que nos hace darnos cuenta de por qué estamos aquí.

    Y con esta entrada me despido de vosotros. Muchas gracias por leer mis aportaciones individuales y espero que cumpláis todos vuestros sueños. 

 Si tus sueños son grandes, es porque tu capacidad para lograrlos también lo es. 

    Un saludo.
    Pablo Castillo.


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con tus palabras Pablo. Tenemos la mejor profesión del mundo, ¿acaso alguien puede presumir de tener el futuro de tantas "personitas" en sus manos?

    Labremos ese futuro actuando con responsabilidad.

    Al igual que tú, espero que todos podáis cumplir vuestros deseos y que todos trabajemos en esta gran profesión.

    Saludos.
    Elena López Palau (Grupo 12)

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